Descripción
Las velas de chocolate llevan consigo el elixir del amor, la sensualidad y la pasión. En todo el continente americano, desde el momento mismo en que se pobló y los seres humanos descubrieron el sabor extraño del fruto del árbol del cacao, se le atribuyeron propiedades mágicas, tanto porque ayudaba a la gente a mantenerse despierta cuanto por la labor de los hechiceros, que lo usaban para realizar trabajos de magia amorosa.Por su reputación afrodisíaca, el emperador Moctezuma bebía chocolate antes de visitar a sus mujeres, por lo que, al importarlo a Europa, en el siglo XVII, se consideró, primeramente, que no debían probarlo las mujeres decentes.
Luego, se vio en el chocolate algo misterioso, brujeril y oculto, por lo que se recomendó abstenerse de su consumo para no pecar, a menos que la persona tuviera más de sesenta años. Sin embargo, fue en los conventos donde más acogida tuvo. Conoció diversos usos, aparte del afrodisiaco; en el XVIII, tras una taza de chocolate se bebía sin limpiarla otro tanto de agua de pozo para evitar el flato. Y en muchos lugares españoles el desayuno ritual de los recién casados tras la luna de miel comenzó a ser el chocolate caliente. El erudito Francisco Rodríguez Marín recoge la siguiente copla: Cuando querrá Dios del cielo que llegue aquella mañana que nos lleven a los dos el chocolate a la cama.
Empieza por visionar aquello que deseas atraer a tu vida. Si es una persona en concreto, visualízala frente a ti. La luz rosada que te cubre comienza a proyectar hacia esa persona unos haces de luz rosada que la van envolviendo hasta cubrirla por completo. Vive esta experiencia con todos los pormenores, el color de sus ojos, su tacto, su sonrisa, su voz, lo que sientes…expresa de forma libre todo aquello que creas necesario, interactúa de la misma forma que lo harías si estuvieras realmente frente a frente con esa persona.
Haz esta meditación todos los días, durante 21 días, antes de levantarte de la cama, si te es posible, busca tu momento del día en el que te puedes recoger y enfoca tu día desde el amor. Después confía, el amor se abrirá paso en tu vida para tomar las riendas y entregarte todo lo aquello de lo que eres merecedor.
Disfruta de ese amor y esa seguridad el tiempo que necesites y disponte a comenzar el ritual. Deja que tu corazón hable y te guíe, él sabe de tu verdadero camino en esta existencia, es paciente y sabio.
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